La crisis de coronavirus: Para qué ha venido y cómo cuidarse. Documentos para ayudar a profesionales sanitarios a disminuir la ansiedad y dar malas noticias

coronavirus-cuidarse

Esta entrada tiene mucha información de la crisis de coronavirus, sí, pero la necesitamos para contrarrestar la infoxicación… Cuando el otro día escuchando un rato las noticias por la mañana en la tele (cosa que no suelo hacer mucho) oía de fondo una música inquietante horrible propia de una peli de Hitchcock, flipaba. Bastante tenemos ya con el contenido de la noticia como para aumentar el estado de nerviosismo del personal con esa musiquita. Lo que pasa es que eso engancha… Y algunos quieren enganchar más que informar aunque sea a costa de aumentar el pánico social que por cierto, disminuye la capacidad de nuestro sistema inmune… Si pudiera, lo prohibiría. Pero bueno, a lo que voy.

Quiero hablaros un poquito del sentido de esta crisis, de qué podemos hacer para vivirla un poco mejor y de cómo controlar nuestra ansiedad.

Tienes recursos para leer y hacer a continuación así que quédate hasta el final.

Lo primero que quiero es compartir contigo una infografía que hice hace algunos días y quizás ya habrás leído de cómo cuidarte para sobrellevar mejor esta crisis. Es importante cuidarnos para prevenir secuelas emocionales de estos días de confinamiento. Pincha para descargar el PDF.

Recomendaciones para sobrellevar el coronavirus mejor

 

Ahora quiero compartirte parte de mi interpretación de la situación…

 

Compañera incertidumbre

Este coronavirus ha venido a sacudir nuestra ilusoria sensación de seguridad y recordarnos que la vida es algo que escapa a nuestro control y que la incertidumbre forma parte de ella. Tu capacidad de vivir de verdad va de la mano de tu capacidad de aceptar esta incertidumbre. Este bichillo también nos hace darnos cuenta de que somos frágiles, vulnerables, pequeñitos en la inmensidad y además, igual de pequeñitos seamos ricos, pobres, de un hemisferio o de otro, de una raza o religión o condición sexual o política o de otra.

Todos somos uno, dicen los místicos. El coronavirus nos sensibiliza ante esta realidad invisible.

Esta pandemia nos ha bajado los humos. China, sin tener precedente, ha sabido controlar la extensión de la enfermedad mejor que nosotros que teníamos preaviso que cómo se las gastaba el coronavirus…

Todos podemos aprender de todos, a gran escala y a pequeña escala. Aquel que juzgas de torpe, tiene una gran lección para ti si puedes verla. De hecho puedes ser tu gran maestro en lugar de aquel otro que tanto admiras y te deslumbra.

Esta es una oportunidad para ver lo bueno en los demás y buscar puntos de conexión.

 

El sentido de las cosas

Soy de las que pienso que todo pasa por algo, que todo tiene un sentido aunque yo, pequeñita y con mi visión limitada, no consiga entenderlo. Probablemente te parezca absurdo que piense así, pero a mí me ayuda y no hace daño a nadie. Por tanto, seguiré así toda mi vida.

Si una enfermedad individual tiene un sentido individual y un mensaje concreto para la persona, una pandemia, tiene un sentido para el mundo y un mensaje global a la humanidad. Hay algo que estamos haciendo que no es coherente con nuestra vida como humanos en la tierra. Y esta pandemia viene a pedir coherencia, integración.

No quiero hablar de todas las incoherencias evolutivas que el progreso ha traído a nuestra salud y a nuestra humanidad.

 

Solo quiero aprovechar este parón forzoso para invitarte a que te preguntes:

 

¿En qué no estoy siendo coherente o íntegro?

¿Qué estoy haciendo con mi vida que me conduce hacia un lugar en el que no quiero estar?

¿Qué estoy dejando de hacer que me sienta bien y refleja lo que realmente soy?

Y después de este examen de conciencia, date cuenta de lo que has de hacer y de dejar de hacer para ser más tú, más coherente con tus valores.

Te invito también a que lo escribas redactando cosas concretas también.

Esta cuarentena puede ser un tiempo perdido para ti, o un tiempo ganado si permites que se produzca una transformación interior, si te preparas como se preparan los creyentes en cuaresma.

 

Cada renuncia a lo que no es bueno para ti, te hace más fuerte, más libre, más capaz y más íntegro.

 

Quiero compartir contigo un texto del libro rojo de C.G.Jung un poco largo pero muy instructivo en este sentido

 

“Capitán el chico está preocupado y muy agitado debido a la cuarentena que nos han impuesto en el puerto” 

“Que te inquieta chico? ¿No tienes bastante comida? ¿O es que no duermes bastante?” 

“No es eso, capitán, no soporto no poder bajar a tierra y no poder abrazar mi familia”.

“¿Y si te dejaran bajar y estuvieras contagioso, soportarías la culpa de infectar alguien que no puede aguantar la enfermedad?”

“No me lo perdonaría nunca, aún si para mí han inventado esta peste” 

“Puede ser. ¿Pero si no fuese así?”

“Entiendo lo que queréis decir, pero me siento privado de la libertad capitán, me han privado de algo”

“Y tú prívate aún más de algo.”

“Me estáis tomando el pelo?”

“En absoluto. Si te privas de algo sin responder de manera adecuada, has perdido”

“Entonces, según usted si me quitan algo, ¿para vencer debo quitarme alguna cosa más por mí mismo?”

“Así es. Lo hice en la cuarentena hace 7 años.”

“¿Y que es lo que os quitaste?”

“Tenía que esperar más de 20 días sobre el barco. Eran meses que esperaba llegar al puerto y gozar de la primavera a tierra. Hubo una epidemia. En Port April nos vetaron de bajar. Los primeros días fueron duros. Me sentía como vosotros. Luego empecé a contestar a aquellas imposiciones no utilizando la lógica. Sabia que tras 21 días de este comportamiento se crea una costumbre, y en vez de lamentarme y crear costumbres desastrosas, empecé a portarme de manera diferente a todos los demás.

Antes me puse a reflexionar sobre aquellos que privaciones tiene muchas y cada día de su miserable vida y luego, por entrar en la óptica justa, decidí vencer. Empecé con el alimento. Me impuse comer la mitad de cuanto comía habitualmente, luego comencé a seleccionar los alimentos más digeribles, para que no se sobrecargase mi cuerpo. Pasé a nutrirme de alimentos que, por tradición, habían mantenido a los seres humanos en salud. 

El paso siguiente fue unir a esto una depuración de pensamientos malsanos y tener cada vez más pensamientos elevados y nobles. Me impuse de leer al menos una página cada día de un argumento que no conocía. Me impuse hacer ejercicios sobre el puente del barco. Un viejo hindú me había dicho años antes, que el cuerpo se potenciaba reteniendo el aliento. Me impuse hacer profundas respiraciones completas cada mañana. Creo que mis pulmones nunca habían llegado a tal capacidad y fuerza. La tarde era la hora de las oraciones, la hora de dar las gracias a una entidad cualquiera por no haberme dado, el destino, privaciones serias durante toda mi vida. 

El hindú me había aconsejado también de coger la costumbre de imaginar la luz entrar en mí y hacerme más fuerte. Podía funcionar también para la gente querida que estaba lejos y así esta práctica también la integré en mi rutina diaria sobre el barco.

En vez de pensar en todo lo que no podía hacer, pensaba en lo que habría hecho una vez bajado a tierra. Visualizaba las escenas cada día, las vivía intensamente y gozaba de la espera. Todo lo que podemos obtener en seguida, nunca es interesante. La espera sirve a sublimar el deseo y hacerlo más poderoso. Me había privado de alimentos suculentos, de botellas de ron, de imprecaciones y tacos. Me había privado de jugar a las cartas, de dormir mucho, de ociar, de pensar solo en lo que me habían quitado. 

“¿Cómo acabó capitán?” 

“Adquirí todas aquellas costumbres nuevas. Me dejaron bajar después de mucho más tiempo del previsto. 

“¿Os privaron de la primavera entonces?”

“Sí,  aquel año me privaron de la primavera, y de muchas cosas más, pero yo había florecido igualmente, me había llevado la primavera dentro, y nadie nunca más habría podido quitármela”.

 

¿Cómo quieres pasar tú la cuarentena?

¿Quieres como el capitán nutrir mejor tu cuerpo, tu mente, tu corazón y tu espíritu? Entonces esta crisis habrá sido una oportunidad para algo. ¿Por qué sabes que en chino crisis significa oportunidad…?

 

El aplauso de las 8 va por vosotros

Todos los días a las 8 me emociono. Me permito conectar con todo lo que sé que está pasando y unirme a esas familias que sufren porque sus familiares están enfermos o se han ido. También unirme a todos esos profesionales que salen fuera a exponerse porque nosotros estemos bien. Especialmente los que atienden en hospitales haciendo jornadas larguísimas con un estrés alto trabajando a veces sin la protección adecuada ni los medios adecuados. Y algo peor: sintiéndose impotentes al ver morir a las personas sin el acompañamiento de sus familias y teniendo que asumir ellos también ese papel.

El aplauso de las 8 es para vosotros especialmente.

Estoy ayudando a los más cercanos y he creado un par de PDFs para ayudaros a manejar mejor la ansiedad y las emociones durante esta crisis sin precedentes para la que nadie está preparado. quizás también pueda ayudarte a ti aunque no seas sanitario a rebajar tu ansiedad estos días.

Te pido por favor que compartas esta información con los profesionales sanitarios que creas que pueden necesitarla:

Aquí tienes cuatro técnicas rápidas para bajar la ansiedad (pincha para descargar el PDF):

PARA TI QUE AYUDAS BREVE BT

Y aquí un manual más extenso para rebajar la ansiedad y manejar las emociones que también puede ayudar a psicólogos, psicoterapeutas o coaches que estén ayudando a profesionales sanitarios (pincha para descargar el PDF):

PARA TI QUE AYUDAS BT

 

Quiero compartir también con los profesionales que están atendiendo a familiares y enfermos en este momento este documento PDF con indicaciones de cómo dar malas noticias. Es algo para lo que normalmente no estamos preparados y puede suponer un estrés adicional. Espero que asirva también de ayuda.

Comunicación de malas noticias en la atención en la pandemia del COVID-19

Así mismo, te invito a ver dos vídeos de minimalistamente que pueden ayudarte a hacer algo valioso en este tiempo y aprovecharlo para construir buenos hábitos:

¿Qué hacer encerrados en casa?

10 hábitos que me cambiaron la vida

 

 

Y si esta crisis te está doliendo porque te está tocando de cerca, quiero decirte que lo siento mucho y te mando un abrazo enorme.

Aquí os comparto una meditación de la aceptación, la gratitud y la compasión por si os ayuda en este momento. Y por si queréis llenaros de buenos sentimientos para poder enviárselos en la distancia a las personas que están viviendo en soledad esta situación.

Meditación de la aceptación, la gratitud y la compasión

Mucho ánimo para todos y ojalá pronto podamos hablar de esto como algo pasado que nos transformó en mejores personas y transformó también nuestra sociedad.

¡Hasta pronto!

 

Beatriz

 

PD: aquí te dejo también en PDF el capítulo de El sufrimiento inútil o la aceptación de mi libro Yo elijo un mundo así.

El sufrimiento inútil o la aceptación

 

Ahora sí te mando un abrazo muy fuerte cercano en la distancia. Y espero que tengas tiempo de ver todo lo que te propongo:) Puedes comentarme lo que quieras aquí abajo!

beatriz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *