Primera FIV: desastre

Sí, un auténtico DESASTRE.
Así fue nuestra primera FIV.
Estábamos más pérdidos que un pez en una autopista, teníamos la sensación de no estar haciéndolo bien y cada vez que íbamos a consulta las caras y las palabras de las doctoras eran más DESOLADORAS.
No lo recuerdo al 100% pero sí sé que fue yando a peor cada día. Se veían tres o cuatro folículos entre los dos ovarios el primer día, pero luego alguno no arrancó a crecer, luego otro que había empezado a crecer dejó de hacerlo y nos preguntaban si seguir solo con dos folículos.
Y yo qué cóncholis (voy a ser fina) sé? -me daban ganas de decir.
¡Pues tira para alante!
Tras la punción, solo un óvulo era maduro.
Por suerte fecundó. Fecundó con el semen congelado y lavado de mi chico porque he de deciros que seguía infectado aún en este ciclo.
Fue un embrión C que nos pusieros a día 2, corriendo, porque claro, esta mejor dentro de ti que fuera.
Hoy sé que no siempre es cierto esto. Y si se llevasen a blasto con más frecuencia, nos ahorraríamos tantas betaesperas…
La beta fue negativa. Había puesto al comienzo de la frase anterior `obviamente` y lo he quitado. Por si se entendía que un embrión C no puede quedarse con nosotras. Porque sí, se quedan embriones C a veces y no se quedan embriones A. Son porcentajes de posibilidades, no garantías de éxito o fracaso.
Son solo posibilidades, y esta vez no fue posible…
Y no solo eso, yo me quedé desolada. Pensando que mi sistema reproductor estaba más árido que el desierto de Arizona
- Maternidad compartida en parejas lesbianas: el método ROPA - 14 marzo 2022
- No se puede encontrar la paz evitando la vida - 8 marzo 2022
- Recetas fértiles para el frío de invierno - 4 febrero 2022