El estilo de apego

conoce tu estilo de apego seguro o inseguro

¿Quieres comprender qué es el estilo de apego, cómo se forja y si puede transformarse?

El concepto de estilo de apego está ampliamente aceptado en la psicología y sostiene que cada persona aprende y manifiesta un modo concreto de relacionarse con los demás que es un patrón bastante estable.

Este patrón o estilo está muy determinado por el tipo de relaciones que tuvimos con nuestros vínculos más cercanos en nuestra infancia, normalmente los padres o cuidadores principales.

Y es que vincularse es parte de nuestra naturaleza humana, somos seres sociales.

Y una de nuestras principales necesidades es la de pertenecer, la de formar parte y tener un refugio seguro al que regresar o del que partir para explorar el mundo.

Esta necesidad, este apego a otros seres humanos es una de las principales fuerzas que nos impulsa y nos moviliza.

Puede ser muy valioso conocer cuál es tu estilo de apego para comprenderte mejor o comprender mejor a las personas más cercanas en tu vida y sobre todo, a tu pareja.

Comprender todo esto te ayudará a mejorar las relaciones con los demás y contigo mismo y a elegir mejor tus futuros vínculos

Este es el índice de contenidos de la entrada:

  1. ¿Qué es el estilo de apego?
  2. ¿De dónde viene esto del estilo de apego?
  3. ¿Por qué es tan importante conocer el estilo de apego?
  4. ¿Cuáles son los estilos de apego principales?
  5. La madre suficientemente buena
  6. ¿Se puede cambiar de estilo de apego?

 

1. ¿Qué es el estilo de apego?

Es el vínculo emocional que se llega a establecerse entre un niño y sus principales cuidadores. Este vínculo es esencial porque influye en nuestra relación con los demás y con nosotros mismos de adultos.

«El apego es un vínculo emocional profundo y duradero que conecta a una persona con otra a través del tiempo y el espacio». John Bowlby

Este vínculo determina sobre todo la confianza que experimentaremos para dejarnos sostener por otro, entregarnos, dar incondicionalmente.

Apego, confianza y amor incondicional van de la mano.

Cuando nos hemos sentidos amados incondicionalmente y cuidados y valorados suficientemente bien de una forma previsible, confiamos en el ser humano. Y esto lo llamamos estilo de apego seguro.

Cuando no se han dado estas circunstancias, nos sentimos inseguros y desarrollamos un estilo de apego inseguro.

Por tanto, el estilo que tenemos de relacionarnos varía en función de la confianza que sintamos por los demás y esto depende de cómo fueron satisfechas o no en nuestra infancia nuestras necesidades de mirada, afecto, protección, contacto, cuidado y reconocimiento.

Así fue como de forma muy temprana aprendimos de alguna manera qué pueden esperar los demás de nosotros o nosotros de los demás.

El estilo de apego es la tendencia a aceptar o rechazar lo que nos ofrecen, a sospechar o protegernos, a dar desinteresadamente o guardarnos. En definitiva, a confiar o desconfiar en que es seguro amar y en que uno es digno de ser amado.

¿Cómo te sientes tú de confiado en que es seguro amar y ser amado?

 

2. ¿De dónde viene esto del estilo de apego?

Fue Bowlby quien desarrolló la teoría del apego en los años 1950-1960 y definió el apego como cualquier forma de conducta que tiene como objetivo que una persona consiga la cercanía de otra que considera importante.

Para Bowlby , el vínculo más importante y fuerte de todos es el que se establece entre la madre y el bebé ya que es la primera conexión que se establece (ya dentro de la barriga).

La teoría del apego sostiene que en la medida en que los cuidadores principales están presentes y disponibles y responden a las necesidades del bebé adecuadamente, el bebé desarrolla la sensación de seguridad suficiente para explorar el mundo con curiosidad y relacionarse con los demás con confianza.

«La confianza ilimitada en la accesibilidad y apoyo que pueden brindar las figuras de apego constituye la base de desarrollo de una personalidad estable y segura de sus propias fuerzas». John Bowlby

Si bien Bowlby fue el primero en hablar de apego, fue a finales de los 80 cuando lospsicólogos Cindy Hazan y Phillip Shaver aplicaron la teoría del apego al campo de las relaciones en adultos.

Tras investigar varios años, concluyeron que el tipo de crianza que recibimos en nuestra infancia condiciona, en gran parte,  el modo en que desarrollamos nuestras relaciones afectivas futuras.

 

3.¿Por qué es tan importante conocer el estilo de apego? Porque de ello depende en gran medida cómo nos vamos a relacionar con los demás, con los retos de la vida y con nosotros mismos.

De la seguridad de nuestro apego primario depende la seguridad con la que exploraremos y nos entregaremos a futuras relaciones o proyectos.

Aquellas personas que por suerte hayan vivido buenas relaciones de apego con sus padres (o personas de referencia), tienden a tener más habilidades sociales de interacción en la etapa adulta.

No se entregan inocente y totalmente nada más conocer a alguien, pero sí confían tranquilamente en aquellas personas que demuestran ser confiables y seguras. Y saben percibir la diferencia!

Gracias a ello, pueden disfrutar de relaciones auténticas, placenteras y profundas.

Son capaces de hacer planes con otros, trabajar en equipo, y tener la flexibilidad y empatía suficiente de para entender que hay momentos en los que pueden no entrar dentro de las prioridades de otras personas y eso no implica nada malo en ellos ni es terrible.

En definitiva, disfrutan y buscan la intimidad y el contacto, pero no viven con ansiedad la falta de esta cercanía.

apego

Bowlby también sugirió que si los niños son criados con la confianza de que su figura de referencia estará disponible para ellos, es menos probable que experimenten miedo. Y también crecerán con una personalidad menos temerosa y más adaptable a los cambios inherentes de la vida.

Esta figura de referencia además, de aportar sensación de seguridad, aporta sensación de valía, la cual es integrada por el niño que normalmente crecerá con una buena autoestima sana.

Si tú no has podido experimentar suficientemente este estilo de crianza y, por tanto, de apego, es normal que tengas dificultades para confiar en ti mismo y en el otro y para enfrentarte a los retos de la vida. O bien porque no te consideres suficientemente capaz (y sientas que dependes de otro como pasa en el apego ansioso), o porque no creas que puedes contar con el otro (y sientas que es mejor no intimar como en el apego evitativo)

Y es muy importante qué conozcas cuál es mayoritariamente tu tendencia en este sentido (búsqueda desesperada, rechazo o aceptación con gracia de la intimidad con otro ser humano) para comprenderte y comprender mejor tus relaciones.

Y también para elegir más acertadamente con quien vincularte.

 

4. La madre suficientemente buena.

Date cuenta de que he dicho varias veces a lo largo del artículo la palabra suficiente o suficientemente porque doy por supuesto que nuestros padres o cuidadores no van a poder satisfacer plenamente todas nuestras necesidades siempre. Y aun así podemos tener un estilo de apego seguro y aprender a lidiar con la frustración necesaria para desarrollar paciencia y tenacidad en la vida.

Winnicott, pediatra y psicoanalista, habló precisamente del término madre suficientemente buena.

Porque no solo no es realista sino tampoco necesario que una madre (o cuidador principal) sea perfecta. Y tampoco es requisito para crecer con un estilo de apego seguro.

Lo que sí es importante es que la madre esté disponible para recibir, validar y sostener emociones negativas de alta intensidad, como las rabietas de un niño, y para reparar los momentos en los que no puede o sabe estar así.

A través de este sostén y validación, el niño aprende a calmarse y conoce el amor, la confianza  y la seguridad que le permitirá después convertirse en un ser independiente y diferenciado de su mamá. Y con ganas de explorar el mundo y compartir sus descubrimientos con los demás.

No es necesario ser perfecta sino estar presente y disponible la mayor parte del tiempo.

El concepto de madre suficientemente buena alivia la tensión y exigencia de muchas madres (figuras de referencia) que sentían que debían estar siempre bien y ser las perfectas cuidadoras para que sus criaturas desarrollasen un estilo de apego seguro y no quedasen traumatizadas para siempre.

 

5. ¿Cuáles son los estilos de apego principales?

Hay dos características fundamentales que van a determinar el tipo de apego que desarrollemos:

  1. la predictibilidadda la conducta y respuesta de nuestro cuidador principal. El niño, a través de la interacción repetida, va construyendo una expectativa de la respuesta que va a recibir, y ésta debe ser coherente en la mayoría de las ocasiones. Cuando la respuesta que el niño recibe es coherente con la que espera, esta previsibilidad le da seguridad y confianza.
  2. La disponibilidaddel cuidador principal. El niño necesita que cada vez que tenga una necesidad, el cuidador sea sensible y esté pendiente para que la atienda y le ayude a calmarse.

Si se cumplen las dos características y el niño percibe a su cuidador coherente en sus respuestas y disponible, la persona desarrollará un estilo de apego seguro. Si no se cumplen, desarrollará con mucha probabilidad un estilo de apego inseguro.

Y dentro del estilo de apego inseguro, tenemos el estilo ansioso, el evitativo y el desorganizado.

Veamos ahora las características de cada diferente estilo de apego aunque las desarrollaré más ampliamente en otras entradas.

Una persona con apego seguro va a relacionarse de forma sana, con confianza y seguridad, sin miedo al rechazo o al abandono, aunque obviamente tampoco le va a agradar si se da el caso.

Un adulto con un estilo de apego ansioso frecuentemente desarrolla dependencia emocional por el miedo de no ser suficientemente amado y aceptado. La relación con otras personas tiende a ser dificultosa ya que su necesidad afectiva es grande y los demás rara vez van a proporcionarles lo que desean a nivel de vinculación e intimidad.

Personas con apego evitativo tienden a no confiar en los demás y optan por mantenerles a cierta distancia. Sus parejas suelen echar en falta cercanía e intimidad.

Por último, una persona con un estilo de apego desorganizado puede tener relaciones muy complicadas y conflictivas. Ello se debe a la ira y frustración que experimenta y su dificultad para sentirse querido. Por esta razón puede rechazar relaciones cuando realmente las anhela enormemente.

Cuadro resumen de los 4 estilos de apego y sus características fundamentales:

estilos de apego

6. ¿Se puede cambiar de estilo de apego?

¡Por supuesto que sí!

A mí me gusta decir que el apego no es una sentencia, es una tendencia

El apego no es una condición inamovible, solo es un estilo, un patrón aprendido a la hora de relacionarte.

Puedes desaprenderlo poquito a poco e ir desarrollando un patrón de apego más seguro.

Es cierto que este patrón según el grado de trauma o la profundidad de las heridas de tu infancia puede haber dejado más huella en tu cuerpo y en tu sistema nervioso.

Pero puedes aprender con nuevas relaciones seguras que es posible confiar. Para ello, muchas veces, sobre todo si hay un apego desorganizado o muy ansioso o evitativo, necesitaremos ayuda de un terapeuta.

Y lo esencial dentro de la terapia, más allá del tipo de terapia (sabéis que mi favorita es SHEC y está incluida dentro de IntegraTE), ¿sabes qué es?

Que puedas establecer un vínculo seguro con tu terapeuta. Eso es lo más importante.

Muchas personas con estilos de apego inseguro modifican sus tendencias gracias a la terapia y gracias también al amor de relaciones de pareja, amistosas o familiares.

Nos dañamos o aprendemos a desconfiar en relación y nos sanamos o aprendemos a confiar también en relación.

También puede ocurrir al revés. Que una persona con apego seguro inicie una relación tormentosa con una persona por ejemplo narcisista y cambie a un estilo de apego inseguro. Aunque lo más probable es que en este caso sea mucho más fácil salir del bucle y volver de nuevo a vincularse con otras personas desde un estilo de apego seguro.

Por el momento, me despido recomendándote varias cosas:

Conócete, trabaja en ti aumentando tu percepción y sensación de seguridad. Desarrolla tu detector de personas que sí merecen tu confianza y fíjate en ellas, probablemente tengan un apego seguro. Toma conciencia de tus patrones emocionales, mentales y comportamentales y cambia la inercia de tu tendecia. Tú puedes y lo mereces.

En cada relación que mantenemos o creamos tenemos la oportunidad de transformar nuestro estilo de apego, nuestra forma de amar y permitir que nos amen y sentirnos amados.

La psique humana, al igual que los huesos humanos, está fuertemente inclinada hacia la autocuración”-John Bowlby

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Y si quieres saber cómo superar la vergüenza y la incomodidad a la hora de relacionarte, lee esta entrada de María Mikhailova.

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beatriz

Un pensamiento en \"El estilo de apego\"

  1. Muchísimas gracias! Me ha encantado el artículo ! Y gracias x compartir tus experiencias personales.. Ke largo y bonito camino el conocerse y aprender a amarse cuando de pequeño ha sido todo lo contrario..

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