Las resistencias en terapia, por qué suceden y cómo abordarlas

mecanismo defensivo

Es frecuente y natural la aparición de resistencias en terapia y, a la vez, generan confusión e incluso temor tanto al terapeuta como a la persona que acude en busca de ayuda.

¿Por qué hay personas que inician un proceso terapéutico voluntariamente y luego experimentan dificultades para mantenerlo? ¿Qué influye y cómo abordar las resistencias en terapia? ¿Cómo utilizar el poder de la elección conscientemente para persistir en el camino de sanación?

Para nosotras es, sin duda, uno de los temas más potentes y que más empoderamiento nos da: Qué elegimos, desde dónde elegimos, cómo, para qué.  

Cuando elegimos estar en determinados lugares y no en otros, con unas personas determinadas, vivir unas experiencias y no otras, consciente o inconscientemente siempre estamos eligiendo.

Siempre estamos eligiendo, incluso cuando aparecen resistencias en terapia.

Elecciones, muchas veces sutiles, que se materializan en nuestra vida en forma de aparentes casualidades, buena o mala suerte, pero que en el fondo albergan deseos y miedos inconscientes.

Y llevando estas elecciones al contexto de la terapia, este tema de cómo elegimos de una forma más o menos consciente dónde estamos y cómo nos posicionamos,  muchas veces vemos cómo una persona que asistía regular y puntualmentemente a sus sesiones, empieza a retrasarse. O a pedir cambios o a cancelar sesiones por excusas varias.

Y por supuesto, habrá situaciones puntuales inevitables.

Pero siendo sinceras con nosotras mismas, una persona elige faltar a su terapia o asistir religiosamente en función de la importancia que le concede al proceso y de lo segura que se siente de ser capaz de sostener este proceso y sus implicaciones.

 

Las resistencias en terapia son mecanismos protectores

Son un mecanismo defensivo para que no se derrumbe todo aquello que creemos que somos y que nos ha llevado toda una vida construir.

El término lo introdujo en 1885 Sigmund Freud. Él denomino resistencia al conjunto de conductas y actitudes de rechazo u oposición de un paciente frente al tratamiento, a algún aspecto específico de la terapia o al terapeuta.

 

¿Pero qué se entiende por resistencia en terapia concretamente?

Para Fritz Perls, creador de la terapia gestalt, la resistencia en terapia es la capacidad consciente o inconsciente de la persona para oponerse al proceso terapéutico, a la evolución y crecimiento personal.

Normalmente, más que oposiciones francas o cuestionamientos directos, lo que aparece es la falta de compromiso o no realización de las tareas acordadas o retrasos o anulaciones en las sesiones.

Y siempre con justificaciones más o menos convincentes que en realmente son excusas para preservar nuestro Yo de antes e impedirnos dar los pasos (o saltos) necesarios para convertirnos en quienes estamos destinados a ser.

Lo que ocurre en realidad es que muchas veces nos asustamos cuando empezamos a revisar nuestra historia personal y a contactar con emociones dolorosas, con miedos descomunales o con deseos genuinos que no nos habíamos permitido reconocer hasta ese momento.

Y entonces parece que los astros se alinean para impedirnos acudir a nuestra cita de terapia como hasta entonces.

 

¿Cómo abordar las resistencias en terapia?

Como dice nuestra compañera Leire Santos, estas resistencias en realidad no tienen tanto ver con las circunstancias externas, sino más bien con un movimiento íntimo y personal, en el que varias fuerzas o partes internas se activan y eligen una opción. 

Y es importante nombrar a la persona lo que le está sucediendo y dedicar un tiempo de la sesión a poner foco sobre ello para que pueda comprenderlo y desde su poder de elección, apostar por comprometerse con su proceso de sanación o por dejarlo aparcado de momento. Es esencial poner luz en estas resistencias sabiendo que es común que haya un conflicto interno dentro de la persona.

Habrá partes que quieren sanar ya y evolucionar y otras que no quieren sufrir y/o tienen miedo al cambio y la transformación y que se materializan en resistencias en terapia.

A veces estas fuerzas, o partes, son misterios con los que no podemos lidiar.

Otras, en cambio, podemos negociar con estas fuerzas para nuestro mayor bien con mucha intención y atención.

Y es que a la hora de elegir situaciones que nos suponen una gran transformación, la elección se realiza a un nivel muy esencial, valorando si estamos preparadas para algo y si es nuestro momento de vivir esa experiencia.

Cualquier elección es legítima y válida. Y siempre nos empodera si se hace desde la conciencia. El único peligro es seguir viviendo desde la inconsciencia y la indefensión aprendida despojándonos de nuestro poder.

Es interesante conocer que existe un ciclo emocional de resistencia a los cambios profundos con distintas fases similares a las fases del duelo que describió Elisabeth Kubler-Ross.

El ciclo emocional del cambio

Estas son las fases de este ciclo:

En la fase de shock vemos por vez primera la posibilidad de cambio y nos confunde.

Después, en la fase de negación, negamos la transformación que ya se ha iniciado.

En la fase de ira, salen las emociones reprimidas y el enfado por la dureza del proceso.

En la fase de negociación, empezamos a reconocer todas las partes aunque intentamos la solución sencilla intermedia para evitar la magnitud real del cambio que se nos muestra. Es normal experimentar cierto miedo y duda de si seremos plenamente capaces y al mismo tiempo tratar de minimizarlo.

En la fase de depresión, sentimos la tristeza de la identidad y ventajas que vamos a dejar atrás porque asumimos ya el cambio como inevitable y empezamos el verdadero duelo de la pérdida.

Finalmente en la fase de aceptación y rendición aceptamos plenamente el cambio y dejamos de mirar hacia atrás.

A medida que se transita este ciclo, las resistencias en terapia van suavizándose y cada sesión el trabajo es mucho más profundo y sanador.

Por último, poco a poco pasamos a la fase de reajuste e integración para ir alineando este cambio a todos los niveles de nuestra vida.

Pasar varias veces por este ciclo nos hace resilientes, capaces de ver el crecimiento detrás de cada proceso de transformación y la oportunidad de salir fortalecidos y confiados en nuestra capacidad de seguir evolucionando.

Pueden aparecer resistencias en terapia en cualquiera de estas fases y sobre todo, antes de pasar de una a otra.

Como señalaba antes, es importante que se reconozcan y que el terapeuta pueda nombrar y visibilizar lo que está ocurriendo porque las resistencias en terapia son la antesala de cambios profundos en nuestra forma de ver la vida y vivirla.

Son la evidencia de que algo importante se está transformando en nuestro interior y de que podemos vivir desde nuestro poder de elección vidas más alineadas a quienes realmente somos.

 

Por ello, lo primero es visibilizar las resistencias en terapia y reencuadrarlas.

Son normales y frecuentes, son mecanismos protectores, representan solo una parte de nosotros y podemos atenderlas.

Teniendo esta conciencia, podremos surfearlas e integrarlas con elegancia y amor.

Y podremos también tener un mapa cada vez más amplio donde ver cómo nos movemos y desde dónde actuamos, reconocer nuestros mecanismos defensivos incluidas nuestras resistencias y también reconocer nuestra parte más amorosa o esencial que quiere lo mejor para nosotros.

Desde ahí será mucho más fácil ver cómo hemos construido nuestra vida, cómo queremos construirla a partir de ahora y qué pasos queremos ir dando para colocarnos donde nosotros elegimos. 

Por eso, si estas experimentando dificultades para perseverar en tu terapia y priorizar ahora en tu vida tu proceso de sanación, te pido que te pares a sentir el gran paso que estás convocada a dar.

Ese paso que te cuesta porque seguramente sabes que implicará cambios importantes en tus relaciones, en tus decisiones futuras, en definitiva, en tu vida al completo.

Ese paso que con mucho amor hacia ti mismo y ejerciendo tu poder de elección, puedes comprometerte a dar para que, a pesar de que aparezcan resistencias en terapia, tú persistas hasta sanar tu herida y volver a ser realmente tú.

 

Te enlazo aquí un artículo en el que te hablo de de la disociación, mecanismo defensivo totalmente relacionado con las resistencias:

La disociación. Qué es, para qué sirve y algunas claves para abordarla en terapia

Si te ha gustado, suscríbete aquí:

Regalo Video Curso Qué es el trauma

 

Más entradas relacionadas:

https://elpais.com/elpais/2013/12/16/laboratorio_de_felicidad/1387150998_138715.html

https://www.saludterapia.com/articulos/a/2578-resistencias-en-el-proceso-terapeutico.html

beatriz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *