Qué es la introyección y cómo reconocerla

introyeccion

Desde que venimos al mundo, opera en nosotros el mecanismo de la introyección por el cual hacemos nuestros aspectos de otros. 

Este proceso que en principio nos ayuda a ubicarnos en el mundo, puede posteriormente mermar nuestra capacidad de vivir vidas auténticas.

En este artículo te explico por qué y cómo cuestionarte tus introyectos y liberarte de los que no te representan.

Este es el índice de la entrada:

  • Qué es la introyección
  • Ejemplos cotidianos de introyección.
  • ¿Cómo funciona el mecanismo de la introyección en la infancia?
  • Beneficios de la introyección
  • ¿Cómo evitar o disminuir la introyección en nuestros hijos?
  • ¿Cuál es la diferencia entre introyección y proyección?

 

Qué es la introyección

La introyección es un proceso psicológico por el cual una persona incorpora en su propio sistema interno y hace suyos los valores, las ideas, hábitos, creencias o patrones de otra persona o del contexto social.

Es traer dentro, internalizar, hacer propios aspectos externos.

En resumen, la introyección es el mecanismo por el que las personas ubicamos automáticamente en nosotros mismos cosas que son de otros. 

Y al ser un proceso muy inconsciente y automático, estos aspectos que en origen eran externos, acaban asumiéndose como propios de uno mismo.

He aquí el principal problema: muchas veces es difícil diferenciar qué es lo propio o qué lo ajeno internalizado.

Y, lo más importante y peligroso, muchas otras veces nos cuesta distinguir entre esto introyectado, qué entra en lucha con nuestra particular verdad y qué está en armonía con ella.

Este término, la introyección, ha sido ampliamente usado por la psicología pero, principalmente, por el psicoanálisis enfatizando esta adopción inconsciente de ideas o valores de otras personas.

 

Ejemplos cotidianos de introyección.

Voy a ponerte ejemplos prácticos para que entiendas mejor este mecanismo.

Muchos de estos introyectos los llamamos también mandatos familiares porque nos los han inculcado en casa desde pequeño y son normas (implícitas o explícitas) que hay que cumplir si queremos pertenecer.

Algunos típicos son:

“Las niñas no se enfadan ni hablan alto, por tanto, no te enfades”

“Los niños no se quejan ni lloran, por tanto, no llores”

“Los ricos son tacaños y mala gente, por tanto, no ganes mucho”

“Las cosas se consiguen solo con esfuerzo, por tanto, esfuérzate mucho y no te fíes de lo que consigues sin esfuerzo”…

A veces también introyectamos aficiones, preferencias, creencias o enfermedades, por ejemplo el gusto por la pesca o un equipo de futbol, o creencias religiosas. Incluso el dolor de barriga cuando no tiene ningún componente biológico.

También puede verse en la sociedad actual como introyectamos los cánones de belleza o moda muchas veces sin cuestionarnos si nos gustan en realidad o no.

 

¿Cómo funciona el mecanismo de la introyección en la infancia?

Los niños absorben como esponjas lo que reciben de sus padres o cuidadores principales sin pasarlo por ningún filtro (porque no lo tienen). De esta forma, internalizan las creencias, valores y comportamientos de estos modelos así como su forma de gestionar las emociones.

Este mecanismo contribuye a la formación de la identidad social y la personalidad y además, facilita la comprensión del mundo en el que los sujetos se relacionan entre ellos desde estas personalidades.

Los niños así adoptan sin cuestionarse las normas sociales, culturales y sobre todo familiares, y es en la época de la adolescencia cuando se permiten rebelarse y cuestionarse todo lo recibido.

De esta forma, van ahora eligiendo en base a ellos mismos las creencias, valores, actitudes y comportamientos que sí van realmente con ellos, en un proceso de individuación y autoreconocimiento.

 

Beneficios de la introyección

La introyección facilita la comprensión del mundo y la socialización. Al transmitir las normas sociales y los valores culturales, favorece la integración del individuo en la sociedad, algo crucial para su desarrollo.

Necesitamos sentirnos seguros e integrados para poder experimentar aquello que necesitamos para desarrollarnos.

Conocer las normas sociales, nos permite adoptar comportamientos socialmente aceptables y esto nos protege de la exclusión.

Sin embargo, es necesario un equilibrio entre la introyección y el pensamiento crítico que ayude a cuestionar y adaptar o transformar esas ideas absorbidas sin filtro para poder vivir una vida propia.

La introyección que en principio nos ayuda a adentrarnos en la vida ya que nos da referencias para desenvolvernos en el mundo, también puede acabar condicionándonos. Y de esta forma, puede limitarnos si con el tiempo no vamos revisando todo lo introyectado, muchas veces inconsciente.

Al principio, cuando somos niños necesitamos un criterio externo para sentirnos seguros y entrar en el mundo. Después, necesitaremos desarrollar un criterio interno para no ser indecisos que preguntan siempre o autómatas que actúan siempre por tradición aunque esta ya carezca de sentido o no resuene realmente con nuestra verdad.

introyecto

 

¿Cómo evitar o disminuir la introyección en nuestros hijos?

Quizás porque soy madre y estoy comprometida con fomentar la libertad de mi hija, me parece esencial conocer cómo podemos disminuir la influencia de los introyectos en nuestros niños.

Evitarla por completo, además de difícil, es contraproducente porque de primeras da seguridad y referencia al niño.

A medida que va creciendo, si podemos al niño a plantearse y cuestionarse las cosas fomentando el pensamiento crítico.

También podemos mostrarles cómo nosotros mismos nos cuestionamos las cosas e incluso hemos cambiado de parecer o de modo de actuar con los años gracias a este pensamiento reflexivo y crítico.

Así mismo, es necesario promover la autonomía y no sobreproteger y hacer por el niño cosas que él ya puede hacer animándole al menos a intentarlo y a responder pos sí mismo las preguntas que nos hace aunque luego las completemos nosotros.

En este sentido, es acertado dejar que el niño tome sus propias decisiones cuando podemos asumir con facilidad las consecuencias de dichas decisiones.

Ayudar a explorar diferentes puntos de vista o perspectivas incluso a través del juego también puede ser útil.

Y por supuesto ayuda mucho el trabajar en la autoconciencia con preguntas como:

¿Tú cómo te sientes al respecto? ¿Y dónde lo sientes?

¿A ti qué te parece? ¿Te gusta eso? ¿Tú qué quieres realmente?

 

¿Cuál es la diferencia entre introyección y proyección?

He querido incluir este apartado ya que son dos conceptos fundamentales en psicología muy relacionados y muy diferentes al mismo tiempo que a veces generan confusión.

Como hemos visto, la introyección es hacer mío lo ajeno, ¿verdad?

Pues la proyección es básicamente lo contrario, atribuir al otro algo que es mío.

Proyectar por ejemplo es decir que alguien es egoísta cuando en verdad uno mismo lo es y tienen ese aspecto relegado a la sombra. O culpar al otro de habernos enfadado cuando el que se ha enfadado (independientemente de lo que lo haya suscitado) es uno mismo.

Por supuesto la proyección tiene su función psicológica que es liberarnos de valoraciones o emociones intolerables, localizándolas fuera donde son más manejables.

Introyeccción y proyección están muy relacionados.

Por ejemplo, cuando juzgas a alguien como rácano, o chulo, o cutre o lo que sea, muchas veces hay una parte de ti que alberga esas mismas características. Lo que ocurre es que estaban mal vistas en tu familia y contradicen introyectos importantes que te dan seguridad por lo que las has relegado a la sombra.

Quizás estas partes entran en conflicto con alguna introyección del tipo “Debes ser siempre generoso”, “Está mal alardear y hay que ser humilde siempre” o “Hay que tratar de hacer todo perfecto”.

Por tanto, aunque son términos diferentes, muchas veces nuestras proyecciones guardan una estrecha relación con nuestras introyecciones.

 

Algunas preguntas para descubrir si tienes introyectos y cuáles son.

Aquí tienes seis preguntas para empezar a tomar conciencia de la influencia que tiene en ti el mecanismo de la introyección.

  • ¿Cuáles son tus creencias más importantes y desde cuándo las tienes?
  • ¿Qué valores consideras esenciales en tu vida y de dónde provienen?
  • ¿En qué área de tu vida estás menos satisfecho y que pensamientos te vienen que puedan justificar esa situación?
  • ¿Cuánto peso tienen para ti las expectativas de tus padres o amigos cercanos o de la sociedad? ¿Cuánto te cuesta hacer algo que contradiga lo que ellos creen que es mejor?
  • ¿Puedes recordar momentos de tu vida donde no has podido hacer lo que querías por miedo a no encajar en el grupo o ser deslazado en tu familia?
  • ¿Qué creencias o valores sientes en tu fuero interno que te representan más aunque aún no puedes vivir de acuerdo a elllos?

 

Pasos para liberarte de introyectos que te limitan

Liberarnos de lo introyectado que no va con nosotros es esencial si queremos vivir una vida auténtica y plena.

Yo misma he tenido que liberarme de varios de ellos por ejemplo para emprender ya que el emprendimiento no está bien valorado en mi familia.

Tampoco el dedicarse (perder el tiempo y el dinero) a explorar las emociones y hacer trabajo de desarrollo personal.

Puedo ver todo el camino recorrido y doy gracias por haberme permitido revisar todas las introyecciones que cargaba desde la infancia y quedarme solo con las que yo quería, aunque aún me queda camino por recorrer.

Aquí tienes los pasos que yo te recomiendo para liberarte poco a poco de tus introyectos y quedarte solo con los que van contigo:

  • Lo primero que has de hacer, es revisar con las preguntas anteriores tu realidad y tomarte un tiempo para reflexionar y ser sincero contigo.
  • A continuación, puedes tratar de discernir de qué persona pudo venir ese introyecto y qué función tuvo para ella.
  • Después, plantéate con pensamiento crítico si para ti tiene una función positiva o más bien es un lastre.
  • Si sientes que es una limitación, puedes agradecer a esa persona su intención y devolverme amablemente la creencia, mandato, patrón a ella porque tú no la necesitas ni la quieres.
  • Trata también de transformar ese mandato en un permiso que te nga sentido para ti.
  • Por último, imagina tu vida sin ese introyecto y con ese permiso y recréate en esa versión de ti.
  • Como guinda del pastel, haz algo ese mismo día o al día siguiente como muestra de que eliges vivir sin ese introyecto y concediéndote el nuevo permiso.

 

Permisos para trascender introyectos

La mejor manera de trascender estos mandatos o introyectos es interiorizando ahora el permiso, concediéndonos ahora el derecho a expresar nuestra verdad, a ser como somos, equivocarnos, triunfar y, en definitiva, vivir como queramos.

Aquí te dejo los seis permisos principales que nos ayudan a contrarrestar estos mandatos con frecuencia tan limitantes:

  • Permiso para expresar mis necesidades
  • Permiso para expresar mis emociones
  • Permiso para expresar mis deseos y mis sueños
  • Permiso para expresar mis opiniones
  • Permiso para ser como soy y quererme como soy
  • Permiso para ser feliz y triunfar

Y me quiero despedir precisamente con los permisos que tan lúcida y poéticamente nos regaló Virginia Satir, esperando que esta entrada te haya ayudado. Sabes que puedes dejar abajo en comentarios lo que desees.

Los permisos esenciales

Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.
Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
Y me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.
Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo
.

Virginia Satir

 

Para complementar esta entrada, quiero dejarte esta que escribí acerca delas emociones auténticas, las sustitutivas y las elásticas pues tienen mucho que ver con lo introyectado a nuvek familiar en nuestra infancia.

Emociones auténticas, emociones sustitutivas y emociones elásticas.

 

Si necesitas ayuda para liberarte de tus introyectos y vivir una vida más acorde a tu esencia, la terapia Integra Tu Esencia es para ti

Y aquí otras que hablan de los permisos:

Los cinco permisos

Permisos para salir del guión

Permisos desde el Análisis Transaccional: pequeños pasos para salir del guión

beatriz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *