Cuando el camino es la Fecundación In Vitro (FIV)

¿Conoces bien en qué consiste una Fecundación In Vitro (FIV) y cuáles son su pasos? ¿Sabes que prácticamente uno de cada 10 niños en España nace gracias a tratamientos de reproducción asistida siendo la Fecundación In Vitro el tratamiento más utilizado?

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en España se realizaron 149.337 tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV) en el año 2018 (artículo). En nuestro país, los tratamientos de reproducción asistida (RA) han aumentado un 28% en los últimos cinco años y un 9% de los bebés españoles son fruto de la RA.

Tras pasar el duelo de no poder concebir de forma natural nos vamos a encontrar con las diversas opciones que nos ofrece la reproducción asistida (RA) y la mayoría llegamos a ese punto con poca información de qué consiste cada una de ellas. En este artículo nos vamos a centrar en la Fecundación In Vitro (FIV). Todos hemos oído hablar en algún momento de ella pero, salvo que te toque pasar por ella, se profundiza poco en el tema. Son muchas las dudas que se nos van a presentar antes y durante el proceso y vamos a tratar de resolverlas. Si tienes alguna duda o quieres contar algo, puedes escribir tu comentario abajo y responderemos lo antes posible. Esto es lo que veremos en esta entrada:

1. ¿En qué consiste la Fecundación In Vitro (FIV)?

2. ¿En qué casos se recomienda la Fecundación In Vitro (FIV)?

3. Estimulación, punción, fecundación, transferencia… los pasos de la FIV

4. Betaespera y resultado. ¿Ha funcionado la Fecundación In Vitro?

5. Tasa de éxito de una Fecundación In Vitro. La información que nos deja una FIV

 

1.¿En qué consiste la Fecundación In Vitro?

La Fecundación In Vitro es un tratamiento de Reproducción Asistida en el cual se extraen los óvulos para producir su unión con el espermatozoide en un laboratorio, de ahí su nombre, “in vitro”. Básicamente hay dos procesos para llevarla a cabo, la FIV convencional y la ICSI, la diferencia entre ambas radica en la forma de unir el óvulo y los espermatozoides (gametos).

En la primera, la intervención médica es menor y en una placa de laboratorio se ponen los gametos para que al menos un espermatozoide penetre en el óvulo por sí solo. En la segunda, ICSI, se selecciona el mejor espermatozoide, en función a su morfología, y se inyecta en el óvulo para que ambos gametos se fusionen y formen un embrión. La forma de hacerlo es mediante microinyección intracitoplasmática de espermatozoides, por eso el nombre ICSI. 

Se recurre a la técnica ICSI principalmente en los casos de infertilidad masculina si existe un recuento bajo o una baja motilidad de los espermatozoides. También está indicado este tratamiento si la muestra de semen ha sido congelada.

2.¿En qué casos se recomienda la Fecundación In Vitro (FIV)?

La Fecundación In Vitro suele recomendarse en diversos casos. Por ejemplo, cuando tras varias Inseminaciones Artificiales (IA) no ha habido éxito, cuando las Trompas de Falopio están obstruidas o hay endometriosis o problemas con la calidad de los gametos, ya sean femeninos (óvulos) o masculinos (espermatozoides). También en casos en los que hay que hacer Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) que permite detectar anomalías cromosómicas o genéticas en los embriones antes de transferirlos.

Puedes consultar las indicaciones más ampliamente en este documento de la SEF (Sociedad Española de Fertilidad): Indicaciones FIV

En nuestro caso concreto, la indicación era clara, había un factor masculino (oligoastenoiteratozoospermia) unido a uno femenino (baja reserva ovárica)

3. Los pasos del proceso de FIV (Fecundación In Vitro)

Una vez hemos resuelto las dudas iniciales sobre el tratamiento al que nos vamos a someter y ya sabemos en qué consiste esto de la “in vitro”, es el momento de tener más información sobre los pasos del tratamiento. Sea cual sea el motivo que nos ha llevado a someternos a una Fecundación In Vitro (FIV), hay que saber que el mayor impacto a nivel físico lo sufre sin duda la mujer.

Estos son los pasos de una Fecundación In Vitro (FIV):

La estimulación

El primer paso consiste en la estimulación que hará que se generen el mayor número posible de óvulos y lleguen a un punto óptimo de maduración. Para ello, a la mujer se le pautará una medicación hormonal (normalmente inyectable) y se le irán haciendo controles para ver la evolución o si es necesario hacer alguna modificación en la medicación. Este proceso dura entre una y dos semanas y cuando los folículos que contienen los óvulos en su interior lleguen a la medida óptima, en torno a 16-18 mm se programa la punción. 

Normalmente, 36 horas antes de la punción, es necesario administrase otro medicamente inyectable diferente que popularmente se conoce como ´rompe-folis´ y acaba de preparar los ovocitos para que sean rescatados en la punción.

Si no han crecido suficiente número de folículos o el crecimiento es muy desigual, puede cancelarse el ciclo para esperar a otro ciclo ajustando o cambiando la medicación para que la respuesta sea mayor o más homogénea.

La punción

Este es el segundo paso del tratamiento de Fecundación In Vitro (FIV). En la punción se pinchan los folículos que han ido creciendo en los ovarios y se aspiran para obtener los óvulos.

Se trata de una pequeña intervención que suele hacerse con sedación y no requiere hospitalización. Ahí llega la primera prueba de fuego: tener un buen número de óvulos maduros para poder empezar a trabajar con ellos.

Por otro lado, el hombre entrega la muestra de esperma que toma tras un período de abstinencia de entre dos y cuatro días. La muestra puede tomarla en el propio centro o en el domicilio si tarda poco a llegar siguiendo las indicaciones del profesional.

En el laboratorio se seleccionan los espermatozoides, se capacitan y se realiza la unión con el óvulo (la fecundación en sí misma), ya sea por FIV convencional o ICSI.

Y ya ha empezado la carrera de obstáculos cuyo objetivo es llegar a tener un buen número de embriones y de la mejor calidad posible.

No todos los óvulos que se extraen son maduros y no todos los óvulos maduros fecundan. Los que lo hagan son nuestros embriones. 

Normalmente te dicen tras la punción cuántos óvulos han sacado y cuántos son maduros (a veces sacan más de los que veían y a veces menos porque algún folículo está vacío).

Y al día siguiente te suelen llamar por teléfono para decirte cuántos han fecundado. Estas llamadas pueden generar estrés y es importante tratar de concertar una hora aproximada para informarte de cómo van tus embriones.

El cultivo de embriones

Aún queda el último paso en el laboratorio, el cultivo de embriones para ver cómo van dividiendo tras la fecundación.

En esta fase también podemos perder algunos por el camino porque su evolución no sea correcta. A día 3 hablamos de estadío mórula y a día 5 de estadío blastocisto. Un porcentaje importante no pasa de un estadío a otro y tampoco lo haría en nuestro interior. Hacer cultivo largo (llevarlos a día 5) nos da más garantías de calidad y una mejor selección y más tasa de implantación.

Los gametos no siempre tienen por qué ser de los futuros padres. En casos de muy baja calidad o reserva, se puede recurrir a la donación de esperma o de óvulos (ovodonación). En caso de ovodonación, es la donante quien se somete a la estimulación ovárica y la punción.

Tienes más información de ovodonación en esta entrada con las dudas más habituales resueltas:

Ovodonación: las preguntas más habituales y las dudas más personales

 

La transferencia

Con los embriones que tenemos se programa la transferencia que se puede hacer en fresco (3 o 5 días tras la punción) o congelar los embriones y transferirlos en otro ciclo (entonces se dará una medicación “extra” para adecuar el endometrio).

Como señalábamos, los embriones se pueden transferir a los tres días de ser fecundados o llevarlos a blastocisto (cinco días). De esta última forma hay un mayor tiempo de observación del embrión en el laboratorio y se tienen más pistas de cómo evoluciona antes de transferirlo.

La transferencia es un proceso sencillo e indoloro en que se introduce el embrión en el útero mediante una cánula. lo único es que para ver bien tu çutero tienes que haber bebido líquido previamente y, si luego tardan a atenderte, puede ser difícil disfrutar del proceso cuando te está costando retener la orina.. En ese caso, puedes pedir evacuar un poquito para estar más cómoda.

Realmente la transferencia es la parte más bonita y emocionante del proceso. ¡Sabes que sales con tu embrión o embriones en tu vientre!

Lo normal es transferir uno o dos embriones, la decisión será principalmente médica porque hay casos en los que es necesario evitar un posible embarazo múltiple. Aunque en España se pueden poner hasta tres, no es lo recomendable y se hace de forma minoritaria, por ejemplo cuando los embriones no son de calidad.

Los embriones sobrantes se congelarán  para futuros ciclos en caso de que la pareja así lo decida. Si no, se pueden donar con fines reproductivos a otras parejas o la ciencia, o ser destruidos.

4. Betaespera y resultado. ¿Ha funcionado la Fecundación In Vitro?

¿Y ahora qué? Pues a esperar, de la mejor forma posible, con más o menos nervios a ver si el embrión implanta y si lo hace de forma correcta.

La analítica para saber si hay o no embarazo se realiza entre 12 y 14 días post transferencia, algún día menos si la transferencia ha sido de un embrión de día 5 ó 6 (blastocisto). Es un período que puede resultar psicológicamente muy duro para algunas mujeres.

Las dudas de qué puedo y no puedo hacer en la betaespera y los posibles síntomas o la ausencia de ellos, hacen que la mayor parte del día nuestros pensamientos se centren en lo mismo. Es frecuente buscar en internet los síntomas que pueden darnos pistas de si hay o no embarazo, mirar en foros opiniones de otras chicas que hayan pasado por lo mismo…

La recomendación es llevar una vida tranquila, sin hacer esfuerzos aunque no es necesario el reposo. Y tratar de estar entretenida con algo que nos hago olvidar, al menos a ratos, el proceso en el que estamos inmersa, aunque para muchas es algo casi imposible.

Si quieres recibir gratuitamente una guía para esperar mejor en infertilidad en general y en betaespera en particular, puedes descargarla aquí:

Betaespera tras la fecundación in vitro

También tienes en esta guía una relajación en audio para la betaespera que te ayudará a mantener la calma estos días difíciles.

 

La beta

¡Y llega el día de la beta!

La beta es la hormona  hCG (gonadotropina coriónica humana), una hormona liberada por el embrión solamente tras haberse implantado en el útero materno. Por este motivo, se la conoce como la hormona del embarazo y permite la confirmación del mismo.

Iremos a hacernos un análisis a la clínica o a otro centro y… ¡Por fin sabremos el resultado!

O quizás no, porque muchas parejas prefieren no esperar y se realizan un test de embarazo un par de días antes, para saber a qué exponerse antes de recibir el resultado de la beta. Y en otros casos, la menstruación hace su aparición antes de llegar al día de la beta.

Esta última es una situación que puede darse aunque muchas veces ni siquiera se nos informa de que es una posibilidad y se nos expone a una situación tan dolorosa como  inesperada, evitable si se da toda la información en el inicio del tratamiento.

La beta es para nosotras al fin y al cabo un número que debe estar en unos niveles para saber que el embrión ha implantado bien.

Una cifra que si indica que la Fecundación In Vitro ha tenido éxito, nunca se nos olvidará. Pero es eso, solo un número, no es indicador de que vaya a haber un embarazo plácido, solo es el primer paso.

Normalmente se considera positiva cuando es de más de 5 mUl/ml en el análisis de sangre aunque debería estar por encima de 50 mUl/ml para que la implantación siga un curso correcto. Una beta positiva no asegura, como decimos, que todo vaya a ir bien, puede ser un embarazo anembrionario (saco vacío, un tipo de aborto espontáneo relativamente común), bioquímico (o embarazo en el que no se llega a ver el saco gestacional) o ectópico (en el que el embrión ha implantado pero lo ha hecho fuera del útero, por lo que no es viable).

Si la cifra está justita, se suele repetir la beta unos días después. Como norma general, para que la evolución sea buena, el valor de la hormona beta debe duplicarse cada 48 horas.

En cambio, si es muy alta puede ser indicador de un embarazo múltiple si se han transferido dos embriones o solo uno pero éste se ha dividido.

Si el resultado de la beta es bueno en la analítica, se da cita directamente para un par de semanas después para una ecografía que permitirá ver el saco y el embrión.

Entramos en otra nueva espera que coloquialmente llamamos ecoespera.

Si todo está bien en la ecografía, aproximadamente en la semana siete de embarazo se vería saco, embrión y se escucharía el latido, ese sonido que no se olvida en toda la vida.

Entonces se suele dar el alta en la unidad de Reproducción Asistida y el embarazo empieza a llevarse por tu matrona y ginecólogos generales.

5. Tasa de éxito de una Fecundación In Vitro. La información que nos deja una FIV

La tasa de éxito de una FIV en menores de 35 años es de un 35% aproximadamente, de un 25% en mujeres entre 35 y 40 años y de un 12% en mayores de 40 años. Si quieres puedes consultar más datos aquí: tasa de éxito 

Es más frecuente no conseguirlo a la primera que conseguirlo. Es importante tener claro que la Fecundación In Vitro (FIV) no va a llevarnos sí o sí al embarazo ya que muchas veces nos embarcamos en este procedimiento sin saber que sus probabilidades de éxito no son tan altas. 

Sí, la Fecundación In Vitro (FIV) aumenta la tasa de embarazo en parejas con problemas de infertilidad pero no asegura el éxito a la primera y a veces son necesarios varios intentos o pasar a otro plan B para conseguir ser papás. Por eso es importante poder prepararnos física y mentalmente antes de someternos a ella. Así podremos tener toda la información y las herramientas para que el camino no se nos haga aún más duro.

Si necesitas ayuda emocional en este camino, puedes contactar conmigo para poder acompañarte. Aquí tienes información: Cómo es una sesión conmigo

¿Y si es negativa? ¿Por qué no ha funcionado? ¿Qué ha ido mal?

La Fecundación In Vitro también sirve para dar pistas sobre un problema con el que a veces no es tan fácil dar.

Por ejemplo, si las analíticas previas son normales pero en pleno proceso el médico observa que la mujer no genera la cantidad de óvulos que corresponderían a la media de su edad. O si a la hora de fecundar los óvulos éstos no lo hacen correctamente por mala calidad ovocitaria o del esperma o no evolucionan de forma correcta tras la fecundación y dan lugar a embriones de mala calidad. O si son buenos embriones pero no llegan a implantar o se producen pérdidas…

Por desgracia hay demasiados factores en juego en la infertilidad y en ocasiones todos los parámetros parecen buenos, útero normal, endometrio que engrosa bien, embriones de calidad pero no hay embarazo.

Habitualmente la primera FIV es de prueba-ensayo y si no funciona se realiza una segunda, haciendo algunos cambios de medicación para tratar de lograr mejores resultados.

Si un segundo tratamiento de Fecundación In Vitro no funciona, sí que puede ser importante consultar para realizar más pruebas como analizar el cariotipo, buscar problemas de coagulación o hacer una biopsia de endometrio para buscar posibles problemas de implantación, entre otras.

La realidad es que haciendo sucesivos tratamientos de FIV, el porcentaje acumulado de éxito de esta técnica es bastante elevado. Lo importante es poder permitirse el esfuerzo no solo económino sino también mental y emocional para poder insistir hasta conseguirlo (artículo). Y pare ello es esencial aprender a manejar el estrés que produce el tratamiento en sí mismo. 

Puedes dejar tus comentarios debajo del artículo para que podamos leerlos.

Y aquí tienes una entrada en la que te cuento mis principales aprendizajes de la FIV:

FIV: Fabricado con Ilusión y Valor

Programa tu mente y tu corazón para ser mamá

El taller online que puedes realizar a tu ritmo para manejar tus emociones, disolver tu estrés y reprogramarte para quedarte embarazada:

 

 

beatriz

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